La gamificación consiste en utilizar el pensamiento, las técnicas y las dinámicas de los juegos en actividades no lúdicas para potenciar la motivación y el compromiso. La gamificación es transversal: jóvenes, mayores, hombres, mujeres y en todos los ámbitos sociales.
El uso de la gamificación para empresas fomenta la creatividad y productividad en grupo así como el desarrollo de competencias, como resultado, aplicando gamificación a la formación tendremos una mejor curva de aprendizaje por entrenamiento. La gamificación social consigue generar modelos colaborativos que además permiten obtener ciclos de feedback positivos de forma muy rápida. La gamificación es un generador de emociones positivas, esto redunda en un mayor compromiso de las personas, además, el feedback inmediato y las emociones positivas son una disparador del cambio de conducta voluntario.
La gamificación para empresas es una herramienta que mejora los procesos de incorporación, formación, innovación y la capacidad de adquirir nuevas habilidades.
Las compañías se enfrentan a entornos más competitivos derivados de la globalización, el aumento de la competencia y la dificultad para diferenciarse. Uno de los retos clave para ser más competitivos está en la formación de los equipos, tanto en conocimientos como en competencias. Sin embargo, los métodos de formación tradicionales se encuentran con problemas importantes en torno a la motivación y el compromiso de los asistentes. La incorporación de elementos de gamificación, ofrece la oportunidad de mejorar la atención, la motivación y el aprovechamiento, consiguiendo además mejorar el trabajo en equipo.
Para que un proceso de gamificación tenga éxito debe considerar al menos tres aspectos:
Debe ser social: Los usuarios del proceso de gamificación deben poder tener nuevas identidades, roles y avatares personalizados en el juego. Se debe proporcionar reconocimiento de los logros y compartición de los mismos. El proceso debe además permitir la competición y la recompensa entre usuarios, por ello, un proceso de gamificación bien diseñado conseguirá que los jugadores asuman comportamientos fructíferos para el aprendizaje.
Debe provocar emociones: Un proceso de gamificación debe proporcionar emociones a los participantes, el optimismo, el orgullo, la superación de los fallos, etc. La neuroeducación, nueva disciplina en la que se une la educación, la psicología y la neurociencia pone de manifiesto la importancia de las emociones en el aprendizaje.
Debe trabajar sobre capacidades cognitivas: El proceso de gamificación debe proporcionar sistemas complejos de reglas para que los usuarios experimenten y descubran, guiando a los jugadores a través de un proceso de dominio del conocimiento o competencia.
En GamePaths trabajamos en base a tribus de talento, con disciplinas diversas como la antropología de negocio, la psicología, la pedagogía y el desarrollo de videojuegos, diseñamos nuestras plataformas y aventuras de Gamificación teniendo en cuenta estos seis elementos:
Dinámicas: Motivando el comportamiento a través de escenarios, reglas y progresos.
Mecánicas: Ayudando a conseguir objetivos a través de equipos, competiciones, recompensas y feedback.
Componentes: Seguir el progreso a través de misiones, puntos, niveles, insignias y colecciones.
Social: El compromiso es una forma de permitir que entre en juego el comportamiento humano colaborativo, el comportamiento social.
Game Thinking: Uno de los elementos más importantes de la gamificación, convertir el objetivo en metáfora.
Arte: Sin gráficos atractivos o una experiencia bien diseñada la gamificación no será un éxito.
Se puede aplicar a la mayoría de las necesidades formativas: Como por ejemplo en procesos de onboarding para nuevos empleados, introducción de nuevos productos, cambios de cultura, formación en procesos, concienciación, etc. Un estudio reciente realizado por Cornell University, Inter-American Development Bank y la Universidad de Chile llamado «Does Gamification in Education Work?» arroja datos cómo que «los estudiantes que participaron en la formación con gamificación avanzaron aproximadamente un 50% más que sus homólogos del grupo de control».
Incrementa la información retenida: Los usuarios son capaces de retener mayor contenido si lo comparamos con por ejemplo la lectura de un documento.
Aumenta el compromiso: El proceso de gamificación para empresas utiliza sistemas de recompensas que puede traducirse en la obtención de beneficios. Los equipos que utilizan gamificación tienen un mayor compromiso con el proceso de aprendizaje.
Aumento de la productividad: Con la utilización del sistema de recompensas dentro del juego, basándose en actividades específicas relativas al curso, se anima a los participantes a realizar un grupo de tareas en un orden concreto. Un buen diseño del sistema de gamificación ofrecerá un aumento de la productividad de los equipos.
Es divertido: Es mucho más probable que los asistentes a un proceso gamificado pasen más tiempo dedicado al mismo ya que el entorno es atractivo y divertido. Proporcionar una experiencia gamificada es una ventaja para quién la recibe y para quién la proporciona.
Motivación: Con un diseño del proceso de gamificación adecuado fomentamos el reconocimiento, ofreciendo entretenimiento y motivando el cambio. La gamificación incrementa la motivación de los equipos.
Ahorro de costes: Un proceso de formación gamificado basado en plataformas significa un ahorro de coste muy importante si lo comparamos con procesos formativos tradicionales.