Aunque todos trabajemos por dinero, también sabemos que «el dinero no puede comprarlo todo«: más allá de la importancia para los propios empleados, la empresa también puede beneficiarse de la motivación de sus equipos. Vamos a entender por qué es importante motivar a un equipo de trabajo, y a indicar algunas estrategias para conseguirlo.
Una muy buena técnica de motivación de equipos es introducir la gamificación para dotar a los empleados de nuevas soft skills. Mediante una propuesta de situaciones hipotéticas en un medio virtual, se les puede ayudar a trabajar en sincronía, a descomponer problemas complejos, a entrenar las dotes de liderazgo, a ponerse en el lugar del otro, o a priorizar tareas, entre otras.
Estas son solo algunas estrategias de cómo se consigue motivar a un equipo de trabajo. La idea es mantener a los empleados lo más contentos posible, ya que de dicha motivación la empresa extraerá sensibles beneficios a corto y a largo plazo. Por ello, creemos firmemente que la motivación de equipos debería formar parte de la hoja de ruta de cualquier directiva o departamento de Recursos Humanos.
"Los empleados motivados rinden más y son más felices". En este simple enunciado queda glosada la idea principal que subyace de la motivación de los trabajadores. Las empresas siempre se benefician de la motivación de sus empleados, ya que:
Un empleado motivado realiza mejor su trabajo: el desempeño profesional se ve potenciado por una fuerza que nace en su interior y que le lleva a alcanzar mayores cotas de rendimiento.
Un empleado motivado recomendará la empresa a otros: dado que es difícil que desee abandonar la compañía y cambiar de trabajo, es altamente probable que ejerza de embajador de la empresa en su entorno inmediato.
Un empleado motivado crea un clima óptimo a su alrededor: el ambiente laboral se ve saneado de forma natural por personas que se identifican con la empresa y no dudan en dar lo mejor de sí mismas cada día.
Las ideas "no todo se paga con dinero" y "nadie trabaja gratis" forman un binomio ineludible. Es necesario que el trabajo realizado tenga una retribución justa, pero los empleados también agradecen medidas adicionales que incrementen su bienestar (tickets restaurante, guardería, flexibilidad horaria, teletrabajo...).
Introducir medidas conciliadoras de la vida personal con la profesional es clave. Muchos empleados se agotan inexorablemente cuando sienten que siempre tienen que elegir entre el trabajo y las obligaciones personales, o cuando no tienen espacio para desarrollar aspectos privados de su vida.
Permitir a los empleados formarse y adquirir nuevas competencias los convierte en profesionales más cualificados y los revaloriza en el mercado laboral. La empresa se beneficia de ello si se fomenta la promoción interna, evitando procesos de selección en favor de los empleados existentes.
Una muy buena técnica de motivación de equipos es Introducir la gamificación para dotar a los empleados de nuevas soft skills; mediante una propuesta de situaciones hipotéticas en un medio virtual, se les puede ayudar a trabajar en sincronía, a descomponer problemas complejos, a entrenar las dotes de liderazgo, a ponerse en el lugar del otro, o a priorizar tareas, entre otras.
Estas son solo algunas estrategias de cómo se consigue motivar a un equipo de trabajo: la idea es mantener a los empleados lo más contentos posible, ya que de dicha motivación la empresa extraerá sensibles beneficios a corto y a largo plazo. Por ello, creemos firmemente que la motivación de equipos debería formar parte de la hoja de ruta de cualquier directiva o departamento de Recursos Humanos.