Y empezó a cambiar la mentalidad
La pandemia de COVID19 ha tenido efectos muy adversos en el mercado laboral global y ha provocado pérdidas generalizadas de empleos e ingresos en la primera mitad de 2020. En los últimos meses, hemos vivido una aceleración de la adopción del teletrabajo sin precedentes, seguramente impulsando en 4 meses lo que hubiéramos tardado varios años en alcanzar.
En España tenemos los estudios de mayo de IviE y de Junio de CaixaBank Research que nos permiten poner en contexto este empujón al teletrabajo. En 2019, en una situación normal, según los datos de ambas entidades, el rango de teletrabajadores en España oscilaba entre el 4,8% y el 8,3% de la población activa. Durante el periodo de confinamiento en la pandemia, el mismo dato se disparó entre el 30% y el 34%. En línea con la estimación de la capacidad máxima de teletrabajo que el mercado laboral en España tiene actualmente (del 32,6% de la población activa según el mismo estudio de CaixaBank Research).
Este cambio radical de la organización del mercado laboral plantea una gran duda respecto a cómo aprovechar los beneficios que genera el teletrabajo sin perder el valor social y económico del espacio físico de empleo, como nos cuenta Susan Hayter, asesora técnica de la Organización Internacional del Trabajo.
¿Estamos preparados?
Pensando en la perspectiva de las Personas en una organización, en esta nueva normalidad donde el teletrabajo crece exponencialmente, ¿cómo se mantienen las dinámicas de desarrollo profesional? ¿cómo se fomenta el trabajo en equipo?
Existe un aspecto social en la organización laboral alrededor del puesto de trabajo físico, un factor de comunicación directa y convivencia entre personas, que crea y transmite actitudes más allá de la colaboración en sprints agile, por ejemplo.
Además, una cultura empresarial orientada a las personas se centra en el desarrollo personal y profesional del equipo de trabajo, fomenta valores sociales e incita a la motivación y la creatividad. Es una cultura diversa e inclusiva que busca la satisfacción de los clientes y de los colaboradores. En definitiva, busca la felicidad de las personas ya que son el principal activo de la compañía.
En ese contexto de empresa, ¿fomentaríamos en los empleados actitudes y comportamientos como estos?:
- Trabajo en equipo.
- Creatividad.
- Toma de decisiones.
- Liderazgo.
- Comunicación.
- Pensamiento crítico.
La respuesta es claramente sí. La siguiente pregunta es qué herramientas podríamos usar para potenciarlos en remoto (e-learning / remote learning).
Escape Room Virtual
Una de las herramientas no habituales en la formación de adultos y que combina poderosamente esas actitudes y comportamientos son las Escape Room educativas. Sí, sí, Escape Room, lees bien.
El auge de las tecnologías interactivas y de las actividades lúdicas y de gamificación para adultos permite crear Escape Room virtuales con los beneficios que aporta el juego en procesos de aprendizaje (motiva, propone retos, despierta la curiosidad, la creatividad, el espíritu de competitividad, la colaboración) y exprimir los beneficios de las teorías de aprendizaje experimental, colaborativo, basado en problemas, basado en escenarios, y de las inteligencias múltiples.
El proyecto “La habitación de Emi” de la Universidad de Málaga nos muestra como las pruebas de un Escape Room educativo nos ayudan a:
• adquirir competencias específicas determinadas,
• poner en práctica competencias transversales.
Aquí el Escape Room entronca con el microlearning y se convierte en una herramienta óptima para transmitir conceptos sencillos y poderosos. Algunos ejemplos muy claros son:
- los valores de compañía,
- el valor diferencial de un producto o servicio,
- la excelencia en la atención al cliente,
- la gestión de conflictos en grupos diversos,
- la gestión del tiempo,
- conceptos básicos de una temática específica donde concienciar a la plantilla (por ejemplo, ciberseguridad)

Un reciente estudio (Fotaris y Mastoras, octubre de 2019) ofrece una revisión sistemática de los Escape Room como herramienta de aprendizaje y confirma sus ventajas al favorecer:
1. El trabajo en equipo y la colaboración (el 41,2% de las experiencias reportan mejora en esta habilidad).
2. Compromiso (32,4%).
3. Mejora del aprendizaje (30,9%).
4. Motivación para aprender (29,4%).
Como contrapunto, el mismo estudio resalta la dificultad en la evaluación (33,8%) y la dificultad de disponer de tiempo para hacerlo (25%).
Sin duda, con estos antecedentes, el Escape Room educativo va a ser una ayuda tremenda a la cohesión de los equipos de personas en teletrabajo y al aprendizaje remoto de conceptos clave.
Escape Room Virtuales hechos realidad
En GamePaths llevamos tiempo desarrollando aplicaciones de Escape Room virtual, se pueden realizar de forma independiente o en equipo de forma colaborativa. Con soluciones pensadas para fomentar el trabajo en equipo, concienciar sobre ciberseguridad, transmitir los valores corporativos, introducir metodologías de teletrabajo y en general para cualquier necesidad formativa concreta.
Hemos desarrollado soluciones abiertas cómo el Escape Room “Paracelso” que transcurre en el siglo XVI, y en el que de forma colaborativa el equipo debe ayudar a que Paracelso pueda salvar la vida de Johannes Frobenius.

Pero también soluciones a medida como el Escape Room de transmisión de valores corporativos, en una gran compañía española, en el que, a través de 4 sesiones, más de 160 equipos han colaborado buscando un mensaje oculto que se escondía tras los valores corporativos en distintas áreas de la oficina.

Si quieres probar uno de los Escape Room virtuales de GamePaths solicita aquí tu prueba.
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