Formación de empleados: beneficios y evolución de la formación

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La formación de empleados consiste en darle a los trabajadores nuevas herramientas y conocimientos para desempeñar su trabajo: al complementar las competencias profesionales de los trabajadores, todos salimos ganando, tanto a corto como a largo plazo. A continuación, vamos a entender mejor el porqué, y cómo dar continuidad a la formación interna en la empresa.

Beneficios de la formación de tus trabajadores

Para las empresas

Por una parte, aquella empresa que invierta en la formación de sus trabajadores tendrá mayores probabilidades de beneficiarse de un rendimiento mejorado: los empleados mejor capacitados alcanzan cotas más altas en su desempeño profesional, puesto que son capaces de acometer tareas que previamente no se podían realizar con la misma soltura.

Paralelamente, la empresa también se beneficia de empleados motivados, con la consiguiente reducción de la rotación laboral: los empleados motivados no solo trabajan mejor, sino que prefieren quedarse en la empresa que les ha ayudado a impulsar tal motivación.

Para los trabajadores

La formación del personal de una empresa supone invertir en su propio valor, por lo que los propios empleados ven complementados y mejorados sus perfiles profesionales, lo que les convierte en activos más valiosos para cualquier empresa tanto en el presente como en el futuro.

Asimismo, dada la motivación y el apego que se genera hacia la empresa responsable de esta potenciación, sus empleados podrán optar a mejores puestos y con mejores condiciones dentro de la propia organización.

Evolución de la formación de empleados en las empresas

A pesar de que la formación y el desarrollo de los empleados esté a la orden del día y marque tendencia en las políticas de Recursos Humanos, no olvidemos que no siempre fue así: hasta hace unas cuatro décadas, los trabajadores tenían que reciclarse por sí mismos para mantenerse en el mercado laboral.

Si bien esta idea se ha mantenido hasta nuestros días, lo que progresivamente ha cambiado ha sido la implicación de la empresa en la formación de los empleados: las propias organizaciones han sido conscientes de que era mejor proporcionar nuevos conocimientos a sus trabajadores, que esperar a que los obtuviesen ellos por su cuenta.

Tampoco cabe duda de que la irrupción de la tecnología ha repercutido directamente en estas iniciativas, acelerándolas y facilitándolas hasta integrar la experiencia de formación interna dentro del propio desempeño profesional.

Es el caso de la gamificación, una nueva forma de entender la capacitación de los empleados: a través de plataformas virtuales, los trabajadores se enfrentan a retos y resuelven situaciones de las que, posteriormente, extraen valiosas enseñanzas y conclusiones.

Se puede decir que la gamificación es un camino más lúdico y, por lo tanto, efectivo, de dotar a los empleados de soft skills, esas habilidades personales tan necesarias y demandadas en el mercado laboral.

Cuando la empresa invierte en la formación de sus empleados, está consiguiendo el doble beneficio de mejorar los perfiles profesionales de la plantilla y de disfrutar de un desempeño optimizado. La gamificación se postula como uno de los itinerarios más eficientes para formar a los trabajadores.